Historia de Tapeando Valencia

Todo tiene su propio origen, la dieta mediterránea no sería menos, la cual se remonta a la cuenca del Mediterráneo o mejor dicho, «la cuna de la civilización», llamado de esta forma porque en el interior de esta zona geográfica es donde se desarrolló la historia completa del mundo antiguo, y además, es donde se llevaron a cabo muchas civilizaciones y culturas relacionadas con la dieta mediterránea, ya que el mar mediterráneo se convirtió en una corriente de intercambios alimenticios, donde se encontraba la forma de obtenerlos, producirlos, cocinarlos y por supuesto, consumirlos.

En los orígenes no puede faltar el primer paso para que de comienzo todo, como primer paso en nuestra dieta mediterránea fue con la agricultura, algo esencial en este tipo de dieta, natural, de esencia y rica en origen propio sin exceso de manipulación; por lo que el cultivo de cereales y legumbres en la zona del Levante fue lo que dio comienzo a los alimentos mediterráneos, lo cual fue seguidamente ligado al cultivo de los olivos para la poder obtener las aceitunas y aceite de oliva; el trigo para hacer el pan y las uvas para poder generar el vino. Esto es lo que crea la llamada trilogía mediterránea por estos tres alimentos comentados: pan, aceite y vino. A continuación, en la época clásica se podían distinguir y se iban incluyendo más alimentos en la dieta mediterránea, la cual ellos nombraban alimentación clásico-mediterráneo y bárbaro-continental, dependiendo de los alimentos que se indicasen podían estar en un modelo alimenticio o en otro. Es cuando se empieza a incluir: gama de verduras, frutas, frutos secos, queso de oveja, muy poca carne y mucho pescado y marisco.

 

Este origen tan simbólico de la alimentación del Mediterráneo llegó a Europa y en los inicios del siglo XIX se incorporó al continente americano y asiático. Aunque no lo parezca, quién más influyó en la historia de la dieta mediterránea fueron los árabes. Como ya bien sabemos, los musulmanes ocuparon gran parte de la península ibérica, la llamada región Al-Andalus, y fueron quiénes produjeron importantes avances de la alimentación mediterránea. Principalmente, dichos cambios fue una «igualdad alimenticia», ya que hicieron posible que las clases más bajas de la sociedad del momento pudieran obtener ciertos alimentos que antes solo podrían verse en las mesas de las clases altas, hablamos de la caña de azúcar, arroz, especias, agua de rosas, naranjas, limones, almendras y granadas. Todos estos alimentos lograron expandirse por diferentes direcciones a lo largo de la cuenca del Mediterráneo. Los árabes también establecieron nuevas formas de cocinar los alimentos mediterráneos y quizá lo más importante, integrar el conocimiento de salud a este tipo de alimentación para la vida. Esta razón es la más interesante para nosotros hoy en día, ya que además de que se tratase en aquella época de descubrimientos de alimentos que estaban relacionados con el mediterráneo, que saliendo de la península se conocieran los alimentos y se relacionasen directamente con la dieta mediterránea… esto va más allá, el conseguir implantar en la mente de la sociedad que ese tipo de alimentación es saludable, que te va a ayudar a tener un bienestar en tu vida, y como no, el poder compartirlo, lograr compartir esos momentos únicos con tu gente. Porque como todos bien sabemos, no hay nada mejor que compartir aquello que nos gusta y nos hace felices, si yo disfruto con algo, tú serás el primero en saberlo y en poder compartirlo junto a mí. Viviendo intensamente, y si encima es algo saludable como la dieta mediterránea, mejor que mejor.

Los musulmanes basaron la idea, que estaban logrando de salud, en la sabiduría de la Grecia clásica, la teoría hipocrática-galénica. Como último acontecimiento importante en esa época donde se remonta el origen de la dieta mediterránea, encontramos el descubrimiento de América, evento que fue esencial para llevar a cabo la transculturización alimentaria más importa de la historia, importante intercambio de alimentos entre el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo que fue muy amplio, gracias a ello la dieta mediterránea se enriqueció mucho más en los alimentos que se incluyeron: patata, maíz y el tomate, el cual fue la primera verdura de color rojo que dio vida a la canasta de verduras y que logró convertirse en un símbolo e icono esencial de la cocina mediterránea. Por lo que, además lo los orígenes mediterráneos nacidos directamente de la península ibérica, se ha ido incrementando y enriqueciendo gracias al resultado de intercambios de alimentos entre los distintos pueblos de Europa, Asia, Oceanía y América. Las bases contemporáneas del modelo alimentario mediterráneo del siglo XIX fue lo que sirvió de referencia para establecer el concepto de dieta mediterránea.

Este origen y cultura que nos ha llevado a la dieta mediterránea de hoy en día, es muy valorada a cualquier parte que vayas y si añades a tu menú «dieta mediterránea» lleva ya el valor consigo, no hay que dar ningún tipo de explicación. No debemos caer en el error de confundir la dieta mediterránea con un sistema dietético, sino, más bien se trata de un estilo de vida, la cual incluye una rica alimentación de origen mediterráneo.

Compartir es vivir, tapear también. Dentro de la dieta mediterránea y de nuestras tradiciones ya incluimos y damos por hecho que las tapas forman parte de su origen, ya hablamos más directamente del origen español. Las tapas tienen dos posibles comienzos diferentes pero a la vez similares de su propio origen como tal en la sociedad. Primero partimos de la idea de que el rey Alfonso X «El Sabio» fue quien incluyó algo de comida acompañando a su copa de vino, de esta forma evitaba que el vino subiese tan rápido a la cabeza. Este acompañamiento alimenticio se colocaba en la boca del vaso que se servía, es decir, tapaba el recipiente, por eso su nombre «tapa»; además era una forma de proteger la bebida de que no entrase nada que estuviese alrededor de la copa. En estos comienzos las tapas era principalmente una loncha de jamón o cualquier otro embutido, y muchas veces también por una cuña de queso. Hay quienes también mencionan la anécdota del rey Alfonso XIII, un poco más peculiar que la anterior, la cual consiste en que cuando el rey pidió su copa de Jerez por la provincia de Cádiz, pasó una corriente de aire de arena, ya que se encontraba junto a la playa, y un camarero colocó una loncha de jamón sobre la copa del rey, se disculpó indicando que era para evitar que el vino se llenase de arena. El rey quedó encantado con la idea del camarero y le pidió otra tapa similar, al ver que al propio rey le gustó mucho la idea de acompañar su copa de vino con una lonchita de jamón, que el resto de personas que le acompañaban hicieron lo mismo que él.

Vivir tapeando significa acompañar con cualquier porción alimenticia a tu bebida, principalmente fue junto al vino, hoy en día también se utiliza la rica excusa para acompañar a una fresquita jarra de cerveza. Cuando alguien está tapeando tiene un significado más allá del indicado anteriormente, significa algo natural que genera amistad y compañerismo. Porque igual que la tapa acompaña a la bebida, quien vive tapeando lo comparte, porque compartir es vivir y en los platos de Tapeando somos Cocoa, no te deja indiferente.

Comida, corazón y alegría. Vive Tapeando, vive  Cocoa, porque compartir es vivir.